MI DOLOR, MI ORGULLO

Hoy es día de la mujer y quiero enviar una felicitación a todas las mujeres valientes y esforzadas, mujeres de a pie, que trabajan todos los días para sacar adelante a su familia, maestras, amas de casa, vendedoras, profesionistas, en fin a todas esas mujeres que llevan en su espalda a México. Bueno les dejo este relato-ensayo-cuento corto o lo que sea, porfa perdonen mi falta de redacción (algunas comas están fuera de lugar), no me dio tiempo de corregir.

Cuando naciste nadie apostaba nada por ti, es decir que no se esperaba mucho de ti, pero nos sorprendiste a todos, cuando empezaste a hablar tan temprano y caminaste antes que todos tus hermanos, lo que parecía ser la oveja negra de la familia, aunque siempre fuiste hermosa como las flores del campo, que sin ninguna duda son mas bellas en la libertad que en la cárcel de una miserable maceta, eras tan bella, y aun lo sigues siendo.
No es que ni tu mama ni yo no te hayamos querido, es quizá que la cultura machista y estupida en la que crecimos nos llego a influenciar tanto sin darnos cuenta, pero no imaginábamos lo que nuestra niña nos tenía preparado. Conforme crecías nos dábamos cuenta de que no serias como todos los demás solo que de alguna forma nos resistíamos a que fueras tan extraordinaria, yo fui el primero en oponerme a que fueras a la universidad, y de hecho no consentí muy bien el que fueras a la educación preparatoria, la gente comenzaba a hablar de que yo tenia una hija rebelde y desobediente que quería pasar por encima de los hombres, decían que deberías estar en tu casa criando a tus hijos y siendo una buena esposa, argumentos con los que yo estaba de acuerdo, pero me molesto sobremanera el comentario de que tenia una hija desviada, el solo mencionarlo, solo pensarlo me estremecía, yo sabia la mentira que se te estaba levantando, pero aun así me irritaba. Pensé que tal ves te habíamos educado. Mal auque nos esforzamos por darte los valores morales mas estrictos y como corresponde a una buena familia, además de que una ves te encontré besándote con un chico, lo que a otro padre le habría molestado a mi me alegro, sin embargo disimule mi despreocupación y te llame la atención muy molesto. Cuando finalmente contra toda expectativa decidiste entrar a la universidad, pues yo aun tenia la esperanza que declinaras tus ambiciones y te casaras con un buen hombre, no fue así seguiste contra todo pronostico, y es de todos sabido que en la facultad de derecho encontraste opositores machistas de ligas mayores, pues aun maestros y algunos de tus compañeros no soportaban tu seguridad y exceso de confianza, que para ellos no era mas que soberbia y arrogancia en su máximo exponente pero lo pero de todo ¡en expresión femenina!. Aunque nunca perdimos el contacto si nos distanciamos un poco; por fin cuando nos anunciaste tu compromiso pensamos que las cosas por lo menos se tranquilizarían y te dedicarías a cuidar los hijos que tendrías, no fue así, pues aun embarazada seguías encargándote de tus conflictos legales, y el hombre tan maravilloso que nos habías pintado que parecía tan comprensivo y decías te apoyaba tanto, al parecer tampoco pudo con los comentarios a su espalda y no pudo soportar tu éxito. ¡Divorcio! cuando lo escuche puse el grito en el cielo, como era posible que una hija mía se fuera a divorciar, era algo inaceptable, pero inaceptable era para ti el que la persona con quien compartías tu vida no compartiera tu éxito y te orillara a retirarte, eso que era escandaloso para nosotros para ti era terriblemente triste.
Tu mama comprendió las cosas más rápido que yo y se convirtió aunque tarde en una confidente y amiga tuya, con tu divorcio te convertiste en una mujer a la defensiva y no contábamos con un segundo matrimonio, y aunque tu madre trataba de comprenderte no dejaba de costarle trabajo asimilar todo eso, claro no tanto como a mi.
Hoy le doy gracias a Dios por haberte mandado ese hombre que supo valorarte, hoy le pido perdón a la vida por haber sido tan tonto, por no haberme dado cuenta a tiempo de el tesoro que había dejado caer Dios desde el cielo en nuestra casa, hoy quisiera decirte tantas cosas, darte las gracias por enseñarme tanto, gracias por unos nietos traviesos como ellos solos, quisiera decirte si tan solo pudiera dos cosas, perdón y gracias, solamente que no puedo estoy postrado en mi cama si siquiera poder hablar, en la espera de la muerte, se que puedes leer mi mirada y ves todo lo que estoy pensando y con tu mirada cariñosa me dices que no me preocupe que todo esta bien.