Tormenta en un sábado cualquiera

La oscuridad asoma sus narices entre la luz, apenas si una pequeña niebla hija de “La Gran Mortandad” se atreve a mirar de frente el resplandor del sol. “Eres una atrevida”, “Me traerás problemas” son las que de memoria saben madre e hija, una, oyente socarrona, y la otra irritada, casi neurótica repetidora.
El día sigue su curso, el sol nunca se detiene, a pesar de lo que creen todas las legiones oscurantistas, las muy tontas creen que en sus breves reinados el sol detiene su marcha hasta que ellas se alejan, o aun peor, creen que el tiempo no transcurre cuando y donde ellas aparecen, como si el tiempo fuera relevante para la gran mortandad y sus horrendas hijas. Que estupidas!, son como mi vecino Juanito que se mando hacer una estatua igual de fea que el, y ahora se confunde con esta.
Majestuoso sol, caminas por las veredas mas pequeñas, por las calle mas concurridas, vuelas por el infinito, paseas por lugares que nadie conoce, ¿Por qué entonces tienes que alumbrarme a mi?, ¿No me puedes ignorar?, no te basta con todo tu esplendor, siempre arruinas mis descansos.
Maligni mete la pata, va demasiado lejos, se ha alejado de sus hermanas y primas, pronto empezaran a buscarla, y si Majestuoso Sol y La Gran Mortandad se enfrentan, será un espectáculo que no quiero ver.
Demasiado tarde cuando Malgni quiere regresar, Majestuoso ha percibido una insignificante pero insoportable sombra, no necesita siquiera girar su cabeza sabe donde se ha escondido la impertinente Maligni; extiende uno de sus mas pequeños brazos y lanza un haz de luz verde y otro anaranjado, Maligni no puede hacer nada , sus últimos pensamientos, “Me traerás problemas”, “Eres una atrevida”.
Impenetrable y Majestuoso continua su camino, su rostro refleja paz y quietud, no avanza mucho cuando da un sobresalto, da la vuelta para asegurarse que es ella.
-¿Dónde esta mi hija?
-Ya no esta más.
Mientras tanto…
-¿Ya viste vieja?
-¿Qué Juancho?
-Pos haya por la lomita, mira la tormenta que se esta formando.
-Si viejo mejor cierro todo, tu amete a los niños pa dentro, los que sabe se quedan en su casa y lo que no salen a ver.